La agencia de espionaje alemana quedó comprometida por la revelación de escuchas "por error" de conversaciones de Hillary Clinton, John Kerry y Turquía, en contradicción con los dichos de la canciller, Angela Merkel, acerca de que entre aliados no se espía.
Un mes después de pedir al jefe de la CIA que abandonase Alemania por prácticas de espionaje "entre amigos" y de la detención de un doble espía alemán que filtró a Estados Unidos documentos internos, los servicios secretos de Merkel se vieron obligados a dar explicaciones sobre su propias escuchas.
Primero fueron las informaciones difundidas el viernes por el diario Süddeutsche Zeitung y las emisoras públicas NDR y WDR, según las cuales el BND (espionaje exterior) había captado una conversación telefónica de Clinton, cuando era secretaria de Estado, con el ex secretario general de la ONU Kofi Annan.
A esta escucha aparentemente "fortuita", siguieron este sábado otras informaciones, ahora del semanario Der Spiegel, que indican que no se trató de un caso excepcional.
Al menos en otra ocasión hubo una escucha "por error" al sucesor de Clinton y actual secretario de Estado, John Kerry, mientras que Turquía, miembro de la OTAN desde 1952, está entre los "objetivos prioritarios" del espionaje alemán.
