
Los cuerpos colegiados son lugares de debate democrático, y las cosas salen cuando existen voluntades que avalan los proyectos. Esta mecánica, no parece ser bien comprendida por los gremios que nuclean a los taxistas y no entienden <o no quieren entender> que son un servicio público, y que los ediles, también deben evaluar el impacto que un posible incremento produciría en el bolsillo de los usuarios sin quienes ellos no podrían trabajar.
Avalar un aumento de casi el 30% es bajar gente de los taxis, es privar a miles de personas de seguir utilizando este tipo de transporte para movilizarse. A ellos, los tacheros no les importa demasiado, prefieren llevar gente vip, hacer menos kilómetros, desgastar menos el auto, gastar menos combustible, mientras la ecuación económica les de saldo favorable.
Durante la última reunión de Servicios Públicos, los concejales presentes llegaron a un acuerdo para votar el incremento de tarifa, pero les dejaron bien en claro que no firmarían el despacho para que el expediente llegue al recinto si no contaban con avales para que el proyecto saliera aprobado, y son solo 6 sobre 24 miembros que tiene el cuerpo legislativo.
Así sucedió no consiguieron el aval político de otros bloques y el expediente pasó para esta semana. Hay paro municipal y de la CGT de Moyano. Los Trabajadores municipales no adhieren a ese agrupamiento sindical, por lo tanto, bien podría haber sesión o de última sesionar el viernes, como adelantó al presidente del Cuerpo, Miguel Zamarini.
Pero ellos no, asesorados por algún abogaducho que busca sacar rédito económico prefieren ir a la Justicia reclamando que se involucre en un tema que no le compete, parece que el reciente fallo que los obliga a por GPS en todas las unidades no les enseñó nada...
No se va a morir nadie, no está en peligro nada, pretender saltear instituciones por impacientes no es una decisión apropiada, y puede resentir para siempre la relación con los ediles, que más temprano que tarde, siempre acompañan los incrementos, aunque a veces, exigen mejoras del pésimo servicio que ellos brindan.
No se va a morir nadie, no está en peligro nada, pretender saltear instituciones por impacientes no es una decisión apropiada, y puede resentir para siempre la relación con los ediles, que más temprano que tarde, siempre acompañan los incrementos, aunque a veces, exigen mejoras del pésimo servicio que ellos brindan.
Durán