Rosario Central se parece cada vez menos a un equipo de fútbol, otorga ventajas en toda la cancha, acumula derrotas de local y de visitante y no encuentra el rumbo en el Torneo de Primera División. Esta noche cayó sin atenuantes ante Atlético Rafaela por 2 a 0 en Gigante de Arroyito. Los goles del partido fueron convertidos por Vittor y Bastía.
La primera parte fue pareja y el desnivel llegó por una pelota parada. Central arrancó algo mejor, y de la mano de Barrientos casi se pone en ventaja cuando apenas se habían jugado un par de minutos, pero su remate se estrelló en el travesaño de Conde.
Al rato, el volante de Lanús volvió a probar y el arquero de La Crema aseguró abajo. Nery Domínguez se fue lesionado apenas empezó el encuentro, y Berra ocupó el lugar de segundo marcador central, que ocupaba improvisadamente Musto.
Al rato, el volante de Lanús volvió a probar y el arquero de La Crema aseguró abajo. Nery Domínguez se fue lesionado apenas empezó el encuentro, y Berra ocupó el lugar de segundo marcador central, que ocupaba improvisadamente Musto.
Russo puso en cancha un planteo con pocas ambiciones y Abreu como único punta pareció ser una apuesta poco eficaz para desnivelar en ataque, Becker y Aguirre no generaron juego, y la pelota pasaba por los volantes centrales, que están para otra función, puro mérito de los de Sensini, dejarle la pelota a los que no saben.
De un corner desde la derecha llegó la apertura del marcador, Vittor saltó más alto y metió un soberbio cabezazo que venció a Caranta. El canalla fue pura impotencia y no supo encontrar los caminos para acercarse a la igualdad.
Con un campo de juego que no ayudaba es cierto para jugar por abajo, Central elegía siempre buscar por arriba a Abreu, en su función de pivote, pero nadie se acercaba a recibir. Se fueron a los vestuarios con ventaja mínima para los del norte de la provincia.
La impotencia futbolística de Central se acentuó en el segundo tiempo, los cambios de Russo < Valencia y Montoya> no dieron resultado, siguió jugando mal, y el arco le quedó cada vez más lejos. Sólo un cabezazo de Abreu que se fue apenas desviado y otro remate de Barrientos fueron las aproximaciones al arco de Rafaela.
Los visitantes, por el contrario siguieron manejando el balón, se adueñaron de la mitad de la cancha, con Bastía como emblema, el Polaco manejó el balón a voluntad, se mostró, tocó y fue a buscar, y hasta se dio el gusto de marcar el segundo entrando en posición de 9 cuando el partido ya se moría.
Central acumuló su quinta derrota en seis partidos, juega cada vez peor, no lastima al rival y sigue sufriendo en defensa. Le convirtieron en 13 de la 14 fechas del torneo, es el equipo que más perdió con ocho derrotas y por suerte no hay descenso en este torneo, sino terminaría con la calculadora en la mano. Como aliciente tiene por delante la semifinal por la Copa Argentina, aunque jugando así, ningún sueño es posible...
