En el marco del Día Internacional del Síndrome Down, la intendenta Mónica Fein encabezó ayer un emotivo homenaje a jóvenes y adultos que participan de distintos espacios de inclusión en el ámbito de la ciudad.
Apoyados por sus familias, instituciones y organizaciones abocadas a la temática y con el impulso de políticas municipales de inclusión, han alcanzado importantes logros, destacándose en propuestas deportivas, culturales o en el mundo del trabajo, convirtiéndose de ese modo en un ejemplo de inclusión para toda la sociedad.
La iniciativa fue organizada por la Dirección Municipal de Inclusión para Personas con Discapacidad, dependiente de la Secretaría General, junto con la Subsecretaría de Inclusión de la Provincia de Santa Fe, y convocó en el Salón Carrasco de la Municipalidad, junto a los entusiastas protagonistas de la jornada, a representantes de dos instituciones de la ciudad abocadas a la inclusión, la Asociación de Padres por la Igualdad Rosario (APPLIR) y la Fundación Segunda Etapa.
Fein, quien presidió el encuentro junto a la subsecretaria de Inclusión de la Provincia de Santa Fe, Silvia Troccoli, y la directora Municipal de Inclusión para Personas con Discapacidad, Adriana Ciarlantini, enfatizó que "este sábado hemos abierto la Municipalidad para todos ustedes, para decirles que nos sentimos orgullos de todos ustedes, luchadores, familias, personas, organizaciones, cada uno de los que están aquí, que lograron ir corriendo las barreras que la sociedad nos va imponiendo por distintos motivos".
"Y lo hicieron con mucho trabajo, con mucho esfuerzo, golpeando muchas puertas", agregó la intendenta, y por ello "nuestro reconocimiento a quienes nos demuestran que esa lucha ha sido válida, porque han podido avanzar en sus vidas, hacer lo que les gusta, disfrutar, ser felices, tener trabajo, enamorarse".
"Venimos acá -continuó Fein- a decirle a toda la ciudad que ustedes nos demostraron que se puede, aunque aún hay muchos derechos por conquistar".
La intendenta hizo extensivo el reconocimiento a "las familias, a las que ningún diagnóstico les hizo perder de vista que habían tenido hijos maravillosos y que esos hijos, como cualquier hijo, tienen derecho a ser felices".
Y concluyó: "Provincia y municipio venimos a decirles gracias por haber marcado el camino, a seguir golpeando puertas para abrir aquellas que no se abrieron y demostrar junto a todos estos chicos y chicas que todo se puede, con esfuerzo y con amor, acompañados por la familia".