En 1975, un niño de 12 años declaró a la justicia que vio a Ricky Jackson matar a un comerciante. En 2012, ese niño, que ya tenía 49 años, dijo que mintió para ayudar a la policía.
Ricky Jackson recibirá algo más de un millón de dólares por los 14.178 días que pasó en la cárcel cumpliendo condena por un asesinato que no cometió.
Aquel joven de Cleveland, Ohio, que ahora tiene 59 años fue condenado a muerte en 1975. No se le ejecutó por un error de papeleo, pero pasó casi 40 años en prisión hasta que en noviembre pasado el juez reconoció su inocencia y lo puso en libertad. Además, ha sentenciado que el estado lo indemnice por un error que lo ha convertido en el preso que más tiempo ha pasado en una cárcel estadounidense sin culpa. Corría 1975.
En 1975, Jackon fue condenado, junto a los hermanos Wiley y Ronnie Bridgeman, por el asesinato de un comerciante local, Harold Franks. La condena se basó en la declaración de un niño de 12 años, Eddie Vernon, que aseguró que los había visto matar al comerciante. Tanto Jackson como los Bridgeman defendieron siempre su inocencia.
En el 2012 la revista Scene realizó un reportaje sobre aquel asesinato y contactó con Vernon, que entonces tenía 49 años, y lanzó una auténtica bomba: relató que su declaración de 1975 había sido una mentira. Era imposible que el niño hubiera visto el asesinato porque en el momento del crimen viajaba en el autobús escolar. Vernon explicó que se inventó lo que dijo para ayudar a la policía.
El tribunal reabrió el caso y exoneró a los tres condenados.
Fuente la Voz de Galicia