Agustín Orión fracturó anoche a Calos Bueno, el delantero de San Martín de San Juan en el partido que Boca igualó ante el elenco sanjuanino. Es muy probable que el delantero oriental ya no vuelva a pisar un campo de juego, debido a sus 35 años y la larga inactividad que supone una lesión de esa envergadura. El arquero del xeneize ni siquiera se disculpó con su colega.
Cuando se disputaban los últimos minutos del partido, Bueno queda mano a mano con Orión, que sale a interceptar al delantero, queriéndole hace foull, sin intenciones de quebrarlo, pero con la firme decisión de evitar el gol y que el atacante lo pase.
Tira primero su pierna izquierda y no puede interceptarlo y haciendo movimiento "tenaza", con la rodilla derecha da de lleno en la tibia de Bueno, que no llevaba puestas canilleras y le rompe la pierna derecha en el impacto.
Logra su objetivo, intercepta la carrera del delantero, le impide hacer el gol y salva a su equipo de una derrota segura. Pero para conseguirlo quebró a un colega, aunque al parecer no le importó demasiado, ya que ni se preocupó por la salud del rival, simuló una lesión "producto de un choque", y trató de evitar la expulsión haciéndose el lesionado.
En la conferencia de prensa posterior al partido no se hizo cargo de nada. Se limitó a decir que era un choque desafortunado para ambos, demostrando que no era consciente del daño que había causado.
Tampoco ninguno de los jugadores de Boca se acercó a Bueno, a darle su apoyo, una voz de consuelo, nada, demostrando una soberbia inaceptable para con colegas que se ganan la vida de la misma forma que ellos.
EL tribunal de disciplina de la AFA deberá tomar sanciones ejemplares con Orión. De otra forma estaremos legalizando que vale quebrar un rival para evitar un gol y la deslealtad en el fútbol argentino será una constante.
Las redes sociales enardecieron pidiendo justicia y hasta algunos pregonan la teoría del ojo por ojo, pidiendo que Orión no vuelva a jugar hasta que Bueno pueda volver a una cancha, si alguna vez lo hace.
Las redes sociales enardecieron pidiendo justicia y hasta algunos pregonan la teoría del ojo por ojo, pidiendo que Orión no vuelva a jugar hasta que Bueno pueda volver a una cancha, si alguna vez lo hace.
Podemos creerle al arquero de Boca que no quiso quebrarlo. No podrá negar que su intención fue interceptarlo para que no se vaya directo al gol, y producto de su acción violenta lo quebró. Si lo asimiláramos a figuras penales, podría decirse que se trata de acción culposa, en la que alguien produce una acción que puede causar un daño, sin intenciones de hacerlo.
No importa demasiado si quiso quebrarlo o no, su imprudencia provocó la peor lesión que pude sufrir un futbolista y casi el final de la carrera a un jugador, pero se fue como si nada hubiera ocurrido, hasta enojándose con los periodistas que lo increpaban.
#Oriónmalaleche fue el hastag de Twwiter, la gente no lo perdonó, aunque el sienta que no tiene nada de que disculparse.
No importa demasiado si quiso quebrarlo o no, su imprudencia provocó la peor lesión que pude sufrir un futbolista y casi el final de la carrera a un jugador, pero se fue como si nada hubiera ocurrido, hasta enojándose con los periodistas que lo increpaban.
#Oriónmalaleche fue el hastag de Twwiter, la gente no lo perdonó, aunque el sienta que no tiene nada de que disculparse.