La petrolera YPF puso ayer en marcha un proyecto destinado a reducir costos de explotación en la producción de hidrocarburos, con la inauguración de una planta de refino de arena en el partido bonaerense de Canning, en el que invirtió u$s 150 millones de dólares y que le permitirá sustituir importaciones provenientes de China, Estados Unidos y Brasil.
En el acto, que fue encabezado por el presidente y CEO de YPF, Miguel Galuccio, se informó que también está contemplada la construcción de un establecimiento de mayor envergadura en la localidad neuquina de Añelo, en Vaca Muerta.
La planta, de la firma Aesa, que empleará una arena especial existente en la localidad de Gaiman, va a permitir reducir en un 40% las divisas que la petrolera destina a la compra en el exterior de una arena especial que se utiliza para la extracción de crudo, compras que en la actualidad representan el país un desembolso superior a u$s 500 millones por año.
“Argentina desembolsa
u$s 500 millones al año para importar estas arenas, que podrán ser sustituidas a fines de 2016, cuando esté en matcha el proyecto nacional de YPF”, dijo Galuccio.
Y añadió: “La idea es abastecer a YPF y proveer además a otras productoras que lo demanden e incluso exportar”.
La arena -que será transportada desde Gaiman hasta Añelo- es especial debido a que es de mayor dureza a la que se utiliza en la construcción, no se compacta y funciona como un agente de sostén que mantiene permeable la estructura de los microcanales por los que fluye el hidrocarburo en la boca de pozo.
El proyecto de producción local de arenas prevé el desarrollo de una cantera y planta de clasificación en Chubut. La planta tendrá una capacidad de procesamiento anual de 500.000 toneladas.
Una vez clasificada, la arena será transportada a través de un sistema logístico integral y multimodal.
Antes de ser utilizada en la operación, la arena producida en Chubut debe pasar por un proceso de tratamiento final, que comprende las etapas de lavado, secado y, en algunos casos, resinado.
Para este fin YPF instalará una planta en la localidad neuquina de Añelo, epicentro del desarrollo del no convencional en la Argentina. La misma tendrá una capacidad de procesamiento de 100 toneladas por hora.