El anuncio se vio recibido por vítores ante el hospital, donde aficionados ataviados con ropas con la bandera británica acampaban en la acera, esperando con ansia la noticia. Un pregonero con un elaborado traje tradicional declaró con voz potente la noticia en la puerta del hospital, haciendo sonar la campana para dar la bienvenida a la nueva princesa.
La pequeña pesó 8 libras y 3 onzas (3,7 kilos). Tanto Catalina como su hija se encontraban bien, añadió el palacio, y el príncipe Guillermo estuvo presente en el nacimiento. La princesa es la cuarta en la línea de sucesión al trono y la quinta bisnieta de la reina Isabel II.