El Vaticano indicó que el “actual contexto comunicativo” lleva a “repensar el sistema informativo de la Santa Sede y obliga a una reorganización que, valorando lo que históricamente se ha desarrollado dentro del ámbito de la comunicación, proceda de manera decidida hacia una integración y gestión unitaria”.
Para justificar la decisión se destacó la necesidad de tener “presencia y desarrollo en los medios digitales” y se mencionan factores como la “convergencia” y la “interactividad” de los medios de comunicación.