Miles de brasileños exigieron ayer en las calles de varias ciudades del país la salida del gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, hartos de "la corrupción y la crisis económica y política que sacude al país".
Vestidos con la camiseta "verdeamarela" de la selección de fútbol y levantando pancartas que leen "No a la corrupción". Unas de seis mil personas -algunos caminando en familia, otros en bicicleta- marcharon hacia el Congreso, según cifras de la policía.
Vamos a marchar hasta el fin. Hasta que la presidente salga del gobierno. Tiene que irse definitivamente y dejar este país en paz y libre de esa mafia del Partido de los Trabajadores", manifestó a la agencia AFP Patricia Soares, una funcionaria pública de 43 años que marchaba en la capital brasileña.
"¡Fuera Dilma!, "¡Fuera Dilma!", coreaba la multitud a una sola voz, mientras desplegaba una enorme bandera de Brasil de decenas de metros.