Por la noche, en torno a las 22.00 horas (hora local) cientos de manifestantes hicieron caso omiso a las instrucciones de no salir a la calle y se congregaron en la avenida West Florissant, provocando un leve enfrentamiento con las fuerzas del orden, que llevaron a cabo varios arrestos y llegaron a utilizar un spray de pimienta contra la multitud para aplacar las protestas. Horas antes, el condado de Saint Louis declaraba el estado de emergencia.
"A la luz de la violencia de la última noche en Ferguson y su potencial para causar daños a personas y propiedades, he decidido usar mi autoridad para declarar el estado de emergencia con efecto inmediato", dijo el jefe del condado de Saint Louis, Steve Stenger. Stenger aclaró entonces que "los actos de violencia no serán tolerados en una comunidad que ha trabajado incansablemente durante el último año para reconstruirse". "Lo invertido en Ferguson no será destruido por unos pocos que quieren violar los derechos de los demás", sentenció.

