Agregó que no tiene ningún interés en parecer una jovencita de 20 años. Además, la actriz contó algunos episodios de su vida, así como el aneurisma que sufrió en 2001 y una posterior hemorragia cerebral que la llevó a estar internada nueve días.
Cuando salió del hospital estaba tartamuda, cojeaba y era incapaz de leer. Tras ese hecho, se divorció del periodista Phil Bronstein, lo que dio paso a una de las penas más grandes que ha vivido: perder la custodia de su hijo adoptivo, Roan, de solo ocho años.


