Estos números adversos se agrandan si se miden en divisas porque los turistas extranjeros en agosto gastaron U$S 193 millones (- 21,6%) mientras los argentinos en el exterior desembolsaron 324 millones ( + 32%).
En parte, esto sucede porque para el turista extranjero es más conveniente cambiar sus dólares por el “paralelo” con lo que esas divisas no ingresan y no se contabilizan en el sistema financiero oficial.
En cambio para los argentinos se “abarata” la salida al exterior con la compra del pasaje, moneda extranjera y pago de los gastos con tarjeta de crédito porque se toman al dólar oficial, más el recargo impositivo, que se puede descontar de Ganancias o Bienes Personales.