El análisis indica que el impulso de las actividades agropecuarias, que hasta marzo sostenía la actividad en la Región, tuvo un traspié significativo con las intensas lluvias y las inundaciones de abril, cuyas complicaciones se extendieron en mayo.
En los primeros cinco meses de 2016 el consumo de electricidad en la región creció 4,6%, mientras que el de gas trepó 9,9% pese al aumento de tarifas de hasta el 400% determinado por el Gobierno nacional. Sin embargo, se registró en el mismo período una caída interanual de la actividad de la construcción, medida por el consumo de cemento, significativamente mayor (14,5%) a la del resto del país (6,5%).