El proyecto, que ahora será puesto a consideración en la comisión de Presupuesto, estipula que “se deberá alimentar a la población de palomas con alimentos impregnados de sustancias hormonales, debidamente autorizadas, que inhiban la fecundación”.
El modelo de alimentación no es apto para perros y gatos, ni afecta a los seres humanos, tampoco a aves más pequeñas; y se ha implementado exitosamente en otras ciudades santafesinas como Rafaela.
Este proceso de métodos contraceptivos se mantendrá hasta tanto la autoridad de aplicación estime que se alcanzó la población de aves deseada. Una vez alcanzada la misma, las campañas se reducirán a sólo un tratamiento anual para mantener la población estable.