Del Potro se podrá dar por satisfecho, comenzó el año por detrás del puesto mil del escalafón mundial, y gracias a varias invitaciones a torneos importantes y su buen desempeño, logró quedar en el puesto treinta y ocho, una escalada épica, sin casi sin precedentes.
El de hoy no fue su mejor partido, se encontró además con un rival de los mejores del circuito, que le corrió todas las pelotas, que le jugó todo el tiempo al revés, para que no pudiera lastimarlo con su poderoso drive y sucumbió al juego del oriental.
Ahora tendrá tiempo de reponer energías, y de prepararse de la mejor forma para la final de Copa Davis a disputarse entre el 25 y 27 de septiembre en Zagreb. El equipo albiceleste se encuentra ante otra posibilidad de romper el maleficio. Es que perdió las cuatro definiciones a las que llegó: ante Estados Unidos (1981, visitante), Rusia (2006, visitante) y España, en dos ocasiones (2008 -local- y 2011 -visitante-).