El director del FBI había anunciado poco antes de la elección del martes que sus servicios estaban examinando una nueva serie de correos electrónicos de un servidor privado utilizado por Clinton cuando era secretaria de Estado.
El 6 de noviembre, dos días antes de los comicios, Comey dijo que el análisis de los emails no había revelado nada significativo y que el FBI no iniciaría procedimiento alguno contra Clinton. Este segundo anuncio no cambió la postura del electorado, consideró Clinton, según la misma fuente. Un donante dijo a su vez a la cadena CNN que los anuncios del FBI fueron "muy duros de sobrellevar" para la campaña demócrata.