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El punto de arrojo se había formado en la zona de Río de Janeiro y Cerrito, un sector de aproximadamente 50 metros cuadrados. Una vez finalizado el proceso de retiro de residuos acumulados y la limpieza, se plantaron 10 árboles de jacarandá y plantines, y los vecinos pintaron un mural.Estas intervenciones transforman un lugar descuidado en un espacio verde con mejores condiciones para su uso y el encuentro.
En la producción del mural participó una decena de vecinos del barrio. Ana María, una de ellas, sostuvo que “es muy importante que todos podamos pensar en este espacio como propio y cuidarlo, yo estoy muy comprometida con mi barrio, por eso participo y hablo con mis vecinos. Entre todos regamos los árboles y están todos invitados a usar este lugar, quedarse y ocuparlo”.
Desde la Secretaría de Ambiente y Espacio Público destacaron la importancia de que los vecinos utilicen correctamente los servicios de recolección e higiene urbana (como el de verdes y voluminosos), y respeten las formas y horarios para depositar los residuos domiciliarios en los contenedores, para su posterior recolección.
