El tema adquiere mayor relevancia por motivo de las dos personas fallecidas en la fiesta electrónica desarrollada en la ciudad vecina de Arroyo Seco.
“Si bien se asocia la comercialización y el consumo de drogas ilegales a las fiestas electrónicas, entendemos que estas prácticas no son exclusivas de las mismas y podemos encontrarlas en cualquier evento, bares o boliches de Rosario”, expresó Boasso.
“Hoy la ordenanza 7218 de Espectáculos Públicos sigue en debate por culpas de mezquindades políticas que intentan llevar la discusión hacia intereses particulares y sectoriales. Sin embargo resulta imperioso establecer normas marco, que nos permitan anticiparnos a los casos lamentables como la muerte de los dos jóvenes en Arroyo Seco”, explicó Boasso.
Y finalizó: “Por ello llamo a la reflexión para que avancemos de inmediato en las modificaciones a la ordenanza que regula la noche rosarina”.