Los oradores fue aumentando la temperatura y muchos hasta se animaron a plantear que la UCR debe “volver a la histórica lista 3” y “tener candidatos propios den todo el país”. “Nosotros somos orgánicos, los que se fueron son ellos que apoyaron a Macri, traicionando los ideales y la doctrina de la UCR”, dijo con la voz quebrada un histórico dirigente, despertando una cerrada ovación.
Uno de los blancos predilectos fue el ecuatoriano Jaime Durán Barba, gurú político de Macri, a quien acusaron “organizar” la cumbre de Giardino como montaje para que se convalide su estrategia política, en la que los radicales quedan relegados a un segundo plano.