Con la implementación de buenas prácticas ambientales en la mediana y pequeña empresa se minimiza el impacto ambiental de sus actividades. Además, se promueve la optimización del uso de la materia prima (consumo sostenible), la mejora de la eficiencia de los procesos (un menor consumo de servicios), la disminución del riesgo de accidentes, y la reducción de la generación de residuos y/o reutilización de los mismos.
"Los cambios de hábito, la conciencia ambiental y la predisposición para que cada aporte pequeño resulte en un bien para la sociedad, es el principal elemento para poder transformar la realidad ambiental no sólo de Rosario, sino de cada ciudad que busque ser más sustentable”, señaló la secretaria de Ambiente, Marina Borgatello.
Para la funcionaria, “el aporte de cada pequeña y mediana empresa, a través del compromiso y la toma de decisión para implementar estas buenas prácticas, es un paso más para que toda la ciudad continúe en ese camino”.
Además, indicó: “Buscamos que todos los actores sociales estén comprometidos en ese sentido, con la implementación de programas que van desde las escuelas, los hogares y los clubes verdes, todas iniciativas que están funcionando con gran aceptación de la ciudadanía".
En ese amplio universo de empresas que ya están produciendo con un fuerte compromiso por el cuidado del medio ambiente, se pueden contar los casos de la estación de servicios Vías del Sur, que completó todos los niveles del programa y obtuvo su sello verde, y de la Metalúrgica Matienzo, una empresa familiar con varias décadas de trabajo que se animó a un fuerte cambio de paradigmas.