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A pesar de esta situación, la precandidata reafirmó su accionar al expresar que “era lo que había que hacer”. Además, explicó que ella, siendo jueza provincial, no podía ir contra el narcotráfico ya que es de incumbencia federal, pero sí contra la narcocriminalidad, tal como lo hizo. De este modo expresó: “Yo no sé que lesiona más, si el narcotráfico o la narcocriminalidad. Sin dudas el narcotráfico es algo muy pesado pero que sin embargo no se percibe socialmente”.
En este sentido, haciendo uso de su rol docente el cual ejerce hace cerca de treinta años en la Universidad Nacional de Rosario, ejemplificó: “si un camión atraviesa la provincia de Santa Fe de norte a sur -cargado de estupefacientes-, nadie se entera. Ahora la narcocriminalidad son los efectos, la violencia diaria, la pérdida del espacio público”.
También fue crítica del rol de la justicia federal en el marco de esta banda delictiva: “Cuando yo tomo la causa de Los Monos y pido información a la Justicia Federal, no había siquiera causa iniciada. Había cierta parálisis producto de una mala articulación de una política nacional con políticas provinciales que prácticamente no existieron”, sentenció.
