La oferta argentina incluye todos los bienes comerciables, con excepción de compras de medicamentos e instrumentos para las ofertas del Ministerio de Salud; prendas, complementos, calzado, cascos y equipamiento militar del Ministerio de Defensa, y lanchas para el Ministerio de Seguridad, que puso un único reparo. En las compras de Transporte, Energía y Minería, e Interior, Obras Públicas y Vivienda, se excluye la compra de maquinarias.
También podrán entrar a competir compañías que ofrezcan servicios de contaduría, auditoría, asesoramiento tributario, arquitectura, ingeniería, planificación urbana; servicios de información, de investigación y desarrollo (con excepción de los programas para el desarrollo científico y tecnológico), servicios inmobiliarios, de arrendamiento, publicidad, investigación de mercado o consultoría, encuestas, y los sensibles servicios de comunicación, logística y correos.
En el rubro construcción, se incluyen obras de preedificación, construcción de edificios, ingeniería civil, ensambles y edificaciones, obras de instalación, terminación y acabados de edificios. El Estado se reservó fijar un umbral de precios que, para bienes y servicios, abre al exterior las compras mayores a $ 2,3 millones, y en caso de obras de construcción, comienza a partir de los $ 100 millones.
FUENTE CRONISTA COMERCIAL