“Somos responsables de no ayudar a sanar a esta sociedad. Somos culpables de la violencia con la que nos tratamos y que le contagiamos a la gente”, indicó el diputado sobre los numerosos incidentes que tuvieron lugar en los últimos días en los alrededores del Congreso.
Con respecto la tenso episodio que sufrió por parte de un grupo de manifestantes, dijo que le pasó “por confiado”. “Yo me confíe porque eran los empleados del Banco Provincia, que considero que son una familia propia con la que trabajé mucho y estoy orgulloso de la gestión que hicimos”, señaló.
l diputado fue presidente del organismo del 2005 al 2007 y se cruzó ayer con sus excompañeros en una marcha en el Palacio Legislativo. Lo acorralaron, le gritaron y le pegaron. “Me resisto a que un político no pueda caminar por la calle con la frente en alto. El pueblo nos eligió para que los representemos”, remarcó.
“Hay muchos que creen que lo que ocurre en la sesión es una guerra como ‘Titanes en el Ring’ y se equivocan”, advirtió sobre los riesgos de jugar permanentemente “con la grieta”.