El recrudecimiento de la violencia parece estar ligado, nuevamente, al fuego cruzado del narcotráfico. Las primeras señales de alerta aparecieron a fines del 2017, en el momento en que todas las miradas estaban centradas en el juicio a Los Monos, una de las bandas que años atrás tiñó de sangre a la periferia de Rosario.
El ministro Maximiliano Pullaro calificó al proceso penal como un "hecho fundacional" y un "punto de inflexión" en la lucha contra el crimen organizado de la provincia. No obstante, ya por aquellos días, la ciudad sufría un rebrote de crímenes, 20 en el lapso de un mes.
Ahora esa tendencia se consolidó. La mayoría de los asesinatos perpetuados en lo que va del año están ligadas a venganzas.
Fueron acribillados Ulises Funes, hermano de una familia pesada de la zona sur; Facundo Hernández, hermanastro de Milton César, cuya madre y hermano fueron asesinados tras el homicidio de Claudio "Pájaro" Cantero; y Marcela Díaz, hermana de Ariel "Tuby" Segovia, ex barra brava de Newell´s y ladero de la familia Cantero. De mantenerse estos niveles de violencia, enero podría terminar con registros que parecían olvidados.