Lo paradójico de la situación es que la renuncia estaría motivada por las fuertes diferencias que generó su acercamiento a Cristina Kirchner con sus ahora exsocios políticos, en particular Juan Carlos Romero (Salta) y Carlos Reutemann (Santa Fe).
La gota que rebalsó el vaso de Rodríguez Saá fue, tal vez, la maniobra urdida por el oficialismo, que contó con el silencio cómplice de sus compañeros del interbloque, y que dejó al puntano fuera de la comisión que debe controlar la validez de los DNU y en su lugar a la renovadora salteña Cristina Fiore Viñuales, que se incorporó al interbloque en diciembre pasado.
Mientras el senador se encontraba de vacaciones, aduciendo la necesidad de conformar la comisión y amparándose en una nota de la salteña, en la que manifestaba su deseo de integrar la bicameral, Cambiemos la designó como representante del interbloque Federal. Rodríguez Saá se enteró de la jugada en Punta del Este y guardó silencio.