A dos años consecutivos de pérdida de los ingresos frente a la inflación, la contracara es un mayor uso del crédito Argenta, cuyo alcance fue ampliado por el gobierno de Cambiemos para compensar los menores recursos. Pero el resultado es un aumento de los compromisos de estas familias por encima de sus posibilidad de repago.
Por ejemplo, la deuda de los titulares de AUH asciende a casi tres veces lo que cobran en un mes, mientras que representa dos ingresos de beneficiarios de pensiones no contributivas y de adultos mayores. En promedio, 20 por ciento de este universo se encuentra endeudado más allá de sus posibilidades, a lo que se suma que las constantes revisiones y quita de pensiones hace peligrar el cumplimiento de las cuotas.
El poder adquisitivo se retrajo en promedio para jubilados y pensionados 8,3 por ciento en 2016 y 2,1 por ciento en 2017 respecto del año previo. “Estos valores, en relación al monto anual de la jubilación media implican una pérdida en pesos a valores de diciembre de 2017 de 14.592 pesos”, de acuerdo con el informe realizado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
En el caso de la AUH, la evolución es similar: la pérdida fue de 7,1 y 7 por ciento respectivamente para 2016 y 2017, que implica 2381 pesos menos que percibieron. Para beneficiarios de pensiones no contributivas la pérdida fue 9 y 8,9 por ciento respectivamente, y equivalente a 12.269 pesos.