El único detalle es que los compradores se deben comprometer a refaccionar las viviendas dentro de los primeros tres años. Si se tiene en cuenta el estado de las construcciones, el costo de la obra puede llegar a los €25 mil.
La idea es una copia de emprendimientos similares en otras localidades italianas por falta de población, y, aunque parezcan rarezas inventadas, son estrategias para promocionar la vida bucólica lejos de Roma. Aunque no esté muy cerca de la playa, Ollolai promete una vida apacible con sol y calor de sobra. Su Casu Fiore Sardo, un tipo de queso de oveja, es único.
La historia del poblado es rica: en la edad media fue la capital de la región de Barbagia, y la única que mantuvo su identidad durante el Imperio Romano. Se calcula que apenas unas 1300 personas viven hoy en día en Ollolai, lo que dejó las costumbres y la tradición del poblado (que data de la Edad Media) al borde de convertirse en fantasmas.