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El primer tiempo fue muy cerrado, táctico, casi un entrenamiento con público, precedido por un respetuoso minuto de silencio por los recientes fallecimientos de Astori y Houseman, figuras de ambos seleccionados.
Algunos jugadores argentinos sabían que jugaban sus últimas chances de ir al mundial, pero no sobresalieron de la media. Sin Messi en cancha, el partido lógicamente perdió atractivos, pero los 22 que estuvieron el el campo de juego no aportaron mucho para disimularlo.
Tan sólo dos jugadas de peligro se pudieron contabilizar en la primera etapa, ambas para los de Sampaoli. Italia fue un conjunto mezquino, sin ideas, que dejó en claro porqué está afuera por primera vez la la cita mundialista y no le vio la cara a Cavallero.
Sobre los 16 minutos, Ottamendi conectó de cabeza un córner desde la izquierda, y Buffón se lució conteniendo abajo. Casi sobre el final, una buena combinación entre Di María e Higuaín hizo lucir nuevamente al arquero azzurro, que le ganó el mano a mano al delantero de la Juventus.
En la segunda mitad se abrió el partido, Italia salió algo más adelantado en el campo y exigió varias veces a Cavallero. En la primera tras un error de Paredes en la salida, Insigne erró un mano a mano increíblemente. Después, Immobile exigió nuevamente al arquero argentino, y en la última, otra vez Insigne enfrentò a Willy que con otra tapada, sacó pasaje a Rusia.
En la primera de peligro serio en la segunda etapa, Argentina se puso en ventaja, tras eludir dos rivales, el ingresado Banega tiró una pared con Lo Celso, que se la puso al pié y de zurda el ex leproso batió a Buffon.
Italia siguió buscando, sin profundidad ahora y quedó expuesto, llegó más por errores de Argentina que por méritos propios. En una contra, Higuaín la manejó, alargó para Lanzini, que definió de zurda al primer palo de Buffón y puso cifras definitivas al marcador.
