Pero cada vez más países más están pidiendo que también se los exceptúe de esos aranceles como Corea del Sur, el tercer mayor exportador de acero a Estados Unidos, después de Canadá y Brasil e incluso analizan objetar la medida ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El sábado, el representante comercial de EE.UU., Robert Lighthizer, se reunió en Bruselas con la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, pero no lograron un acuerdo al respecto.
"No obtuvimos claridad inmediata sobre el procedimiento para quedar exentos y las negociaciones continuarán la semana que viene", indicó Malmström, quien evaluó que como "aliado cercano y un socio comercial de Estados Unidos" la UE debe ser excluida de las medidas.
Horas después, Trump tuiteó: "La Unión Europea, países maravillosos que tratan muy mal a Estados Unidos en términos de comercio, se está quejando por las tarifas al acero y el aluminio".
Si ellos bajan sus horribles barreras y tarifas a los productos estadounidenses que ingresan (al bloque), nosotros igualmente bajaremos las nuestras. Gran déficit. Si no, impondremos tasas a autos, etc. ES JUSTO!", añadió.
Alemania, uno de los mayores exportadores mundiales y señalado directamente por Trump, denunció una "afrenta a los aliados de Washington. Trump amenazó con imponer gravámenes a constructores de automóviles como Mercedes-Benz y BMW.
En tanto, Corea del Sur pidió a EE.UU. que lo exima de los nuevos aranceles, en una carta del ministro de Finanzas, Kim Dong-yeon, a su homólogo estadounidense, Steven Mnuchin.
Kim expresó su preocupación por el impacto que esta medida pueda tener sobre las exportaciones surcoreanas, que son el pilar de la cuarta economía de Asia. Kim y Mnuchin se reunirán a fin de la semana próxima en Buenos Aires, donde los días 18 y 19 de marzo se celebra la reunión de ministros de Finanzas y presidentes de Bancos Centrales del G20.