"La gente no tiene trabajo y es una gran preocupación hoy. Cuando no tienen trabajo les falta todo. No tienen para comer, para pagar la luz, el gas, y eso es muy triste", describió la directora del comedor Los Piletones.
Barrientos también dirige un comedor en Santiago del Estero, lugar del que graficó la crisis en la rudimentaria forma de cocinar: "ahora cocinamos con leña. Antes comprábamos los garrafones de gas pero dejamos de comprar porque subio mucho y empezamos a hacerlo a leña".
"En el comedor de Santiago van más de tres mil personas. Y en el de Buenos Aires son 2100 platos de comida", especificó. Más de cinco mil personas que diariamente recurren a sus comedores para alimentarse. Frente a esta realidad también opinó la presidente de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, quien calificó la situación como "muy mala".
Y concluyó: "El Presidente anuncio pobreza cero en su campaña. Y sin embargo, los comedores existen cada vez mas. Los chicos van a comer a las escuelas. Las madres no cenan para que sus chiquitos coman. Eso produce una tristeza infinita".