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En particular, dieron cuenta de nuevos hábitos culturales sobretodo de los jóvenes a la hora de planificar sus salidas nocturnas. Indicaron la premisa de ampliar –y no reducir- la oferta que se le ofrece a los rosarinos y turistas de fines de semana.
“La gente viene a consumir cultura metropolitana. Si la queremos jerarquizar debemos trabajar en la oferta, con la gastronomía como uno de sus pilares”, marcaron. Al respecto introdujo Schmuck, quien hizo un repaso de la ordenanza 7218/2009, ciertamente restrictiva en cuanto a rubros habilitados.
“Estaban supeditados a la cuestión nocturnidad y hoy acordamos generar ordenanzas específicas por rubros”, adelantó. Del mismo modo precisó: “Hemos fijado un calendario de discusión. Coincidimos en la desactualización actual y en la necesidad de normar las habilitaciones para que sean justas y equitativas”.
Más tarde se mencionó el tema de la necesidad de actualizar y/o repasar lo previsto en la ordenanza de ruidos que data de 1972, y que ha generado clausuras por diferencias de decibeles. En ese sentido Miatello dio cuenta de la problemática de las vibraciones, y del ruido ambiente en ocasiones muy superior al esperado, situación que obliga a subir el volumen en las discotecas, bares, etc.
Por otro lado, se analizó el horario de cierre o corte que sería fijado a las 5.30 horas como medida para favorecer las actividades familiares, culturales, deportivas tras el descanso. En cuanto al factor ocupacional restan definiciones.
Desde AEHGAR hicieron pública su posición de permitir (y ampliar a) dos personas por mts2. En tanto los concejales hicieron hincapié en la necesidad de “mantener la convivencia técnica con el entorno y los vecinos”. Además solicitaron desde la Asociación bajar la multa de clausura ante casos de cigarrillo ya que no se castiga al infractor sino a la empresa.