La Constitución vigente (1976) define el matrimonio "como la unión concertada voluntariamente entre un hombre y una mujer", lo que impedía la aprobación de una modificación en el código de familia que legalizara las uniones entre personas del mismo sexo, ya que habría resultado inconstitucional.
El secretario del Consejo de Estado de la isla, Homero Acosta, explicó este sábado a los diputados que el concepto de matrimonio se modifica de forma que ahora "no especifica de qué sexo son las personas que lo conformarían".
"No dice que se trata del matrimonio igualitario, solo rompe con esa barrera de modo que en el futuro se podría incorporar", dijo Acosta en la televisión estatal. Acosta, veterano integrante de la cúpula estatal cubana, subrayó que "la nueva Constitución no podía eludir a este asunto".
"No somos los primeros, ni seríamos la vanguardia en este tema pues hay alrededor de 24 países que tienen incorporado este concepto. No podíamos dar la espalda a este asunto al elaborar un nuevo proyecto constitucional", insistió. Este supondría un enorme paso en favor de los derechos LGBTI en la isla comunista, una sociedad aún muy conservadora en temas de libertad sexual y donde hasta hace solo unas décadas se perseguía a los homosexuales como "lacras sociales" y se les internaba en campos de trabajo, las llamadas Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP).