Tanto el lago del polo sur como los que pueda haber en otras latitudes de Marte podrían albergar formas de vida, al igual que las hay en la Tierra en la oscuridad del lago Vostok, enterrado bajo 4.000 metros de hielo en la Antártida.
“Por supuesto, este descubrimiento abre nuevas posibilidades para la búsqueda de microorganismos extremófilos en el entorno marciano”, declara por correo electrónico Elena Pettinelli, coautora de la investigación, de la Universidad de Roma Tres (Italia). Más allá de la búsqueda de vida, la presencia de agua líquida en la actualidad aporta información valiosa para reconstruir la historia del clima y de la geología de Marte.