La catástrofe, que varios medios del país calificaron de "tragedia nacional", comenzó el lunes por la noche, cuando el fuego se declaró en un monte cercano a Pendeli y atizado por vientos de 100 km/h se propagó rápidamente, invadiendo la localidad de Mati, a 40 km de Atenas, quemando cientos de viviendas y matando al menos a 74 personas, según las autoridades.
El martes, un centenar de bomberos continuaban buscando eventuales víctimas, bloqueadas en sus casas o en vehículos carbonizados en esta zona del Ática y seguían recibiendo "decenas de llamadas" de personas en busca de sus familiares, afirmó la portavoz de los bomberos Stavroula Maliri.
En Mati, 26 cadáveres carbonizados fueron encontrados abrazados en grupos "en un último intento por protegerse", contó un rescatista, Vassilis Andriopulos. Y son incontables los esqueletos de automóviles y animales calcinados que se hallaron en esa pequeña localidad. "El problema es lo que se oculta bajo las cenizas", advirtió el vicepresidente de los servicios de emergencia, Miltiadis Mylonas.