Desde el comienzo mismo de la pelea quedó en claro quien sería el vencedor. El nuevo campeón siempre quiso llevar el ritmo de la pelea, ante un rival que nunca sacó sus manos, al que se lo vio demasiado temeroso y dubitativo.
Pacquiao consiguió mandar a la lona a Matthysse en el tercer asalto, al conectar una izquierda seguida de derecha sobre el argentino. Este fue el inicio del final para el chubutense, que volvió a poner su rodilla sobre el cuadrilátero en el quinto y recibió la cuenta de protección.
Finalmente en el round siete volvió a ir a la lona y no pudo recuperarse de la cuenta del árbitro. El boxeador nacional no estuvo a la altura de un gran campeón, y dio la impresión que fue en busca de la jugosa bolsa y no de gloria.