“Negarse a debatir en un mundo que cambia de manera tan vertiginosa es muy conservador. Nadie dice que yo tenga el mejor proyecto, o todas las respuestas. Pero es innegable que hay que sentarse a debatir todas estas cuestiones. Fíjense lo que está pasando con AirBnB: el uso precedió a la regulación, hoy los gastronómicos y hoteleros están pensando qué se puede hacer”, continuó la concejala.
En este sentido, afirmó: “Queremos regular Uber, como se hizo en Mendoza o en Uruguay: que la plataforma tenga la obligación de incorporar taxistas, que el chofer tenga una licencia, que los autos puedan tener controles por parte del Estado, que el permiso tenga un costo como la chapa”.
Sobre las críticas, la edila aseguró: “No me han escuchado, evidentemente. Cuando uno tiene un proyecto, la respuesta no puede ser la amenaza, la descalificación. Se puede estar de acuerdo o no, son las reglas de la democracia. Pero no nos podemos negar a debatir”.
“Hay más miedo a que se enojen determinados sectores que ganas de debatir sin ningún tipo de presiones estas cuestiones. Yo no hice más que volver a ingresar un proyecto que ya presentamos hace tres años. No me importa si un sector se enoja, cuando se hace política uno no puede quedar bien con todo el mundo”, concluyó Schmuck.