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Durante las intervenciones, los agentes fiscalizaron la tenencia de elementos de seguridad y documentos reglamentarios. Además, se realizaron controles de las condiciones de conducción y los test de consumo de alcohol y drogas al volante.
El secretario Guillermo Turrin confirmó que se concretaron unos 500 operativos nocturnos de los cuales 95 terminaron en la remisión al depósito municipal de autos y motos. De esos, 43 fueron por alcoholemia positiva, siendo de 2.23 el nivel de alcohol en sangre más elevado que se haya medido.
Además, se advirtieron en dos conductores síntomas compatibles con el consumo de estupefacientes. En ese sentido, se procedió a someterlos a los test correspondientes que determinaron que habían usado marihuana en uno de los casos, y cocaína en otro.
“Insistimos en la necesidad de respetar las normas a la hora de conducir un vehículo. Tenemos que tomar conciencia de que si lo hacemos habiendo consumido alcohol o drogas multiplicamos las posibilidades de protagonizar un accidente vial, a riesgo de nuestra vida y la de los demás”, remarcó Turrin.

