Los créditos UVA (Unidad de Valor Adquisitivo) fueron una de las grandes apuestas del Gobierno para desarrollar el mercado inmobiliario y para que la clase media llegue a la primera vivienda. Sin embargo, el supuesto era que la inflación se iba a ir desacelerando, pero ahora la expectativa cambió.
Otro desincentivo es que los pesos que los bancos dan por la equivalencia de UVAs cada vez valen menos dólares, moneda en las que están tasadas las propiedades, además de que hoy se requieren más ingresos para calificar.
De esta forma, la caída del 60% que se notó en el cierre de junio (se pasó de $13.000 millones en abril a $5.500 millones) se convirtió en el piso, por lo menos, por ahora, ya que resta ver el impacto del salto de la divisa a casi $40 desde el jueves pasado.
Los datos se desprenden del informe sobre bancos del Banco Central y si se traduce a dólares tomando el promedio minorista mensual de la entidad que maneja Luis Caputo, en agosto se adjudicaron préstamos hipotecarios UVA por US$165 millones contra US$675 millones en marzo.