En Moscú, al menos 2.000 personas se congregaron en la plaza Pushkin, en el centro de la capital, constató un reportero de la AFP. En San Petersburgo unas mil personas salieron a las calles.
"El poder se llevó todo, hasta la última miga. Mi madre, mi marido van a trabajar durante mucho tiempo. Es la gota de más", dijo a AFP Tatiana Rechetskaia, una manifestantes moscovita de 21 años.
"Gastamos dinero para los militares en Siria, en Ucrania, para los amigos del presidente, pero nada para los jubilados", fustigó Olga Tchenusha, empleada de 44 años.
Las autoridades rusas enfrentan desde hace varios meses un descontento poco habitual por el proyecto del gobierno de aumentar la edad de jubilación, sin cambios en casi 90 años.
