La crisis argentina obligó al Fondo Monetario Internacional a recalcular más de una vez todos sus pronósticos para el país y volvió a hacerlo una vez más en su nuevo informe sobre las Perspectivas de la Economía Mundial (WEO, por sus siglas en inglés). Según las nuevas proyecciones, dadas a conocer hoy desde la paradisíaca isla indonesia de Bali, donde el FMI celebra esta semana su reunión anual, la economía argentina retrocederá un 2,6 por ciento en 2018 y otro 1,6 por ciento el año que viene.
Esta caída, que va en línea lo que vienen anticipando algunas consultoras y confirma que la recesión no cederá en el corto plazo, se recorta contra una economía global que según la proyección del Fondo crecerá a un buen ritmo de 3,7% en 2018 y 2019 (0,2% menos por año en comparación con los cálculos de abril pasado, en parte por la guerra comercial que inició Estados Unidos), aunque más adelante las perspectivas declinan levemente.