Cerca de 90.000 policías están desplegados en todo el territorio. Por primera vez en más de una década salieron a las calles vehículos blindados de la gendarmería.
Todo el oeste de París, donde se encuentra el Palacio del Elíseo (sede de la presidencia) y la mayoría de ministerios, estaba cubierto de azul, el color de los furgones de la policía.
Las patrullas bloqueaban el acceso a las principales plazas de la capital, incluida la de la Concordia, uno de los extremos de la avenida de los Campos Elíseos que va hasta el Arco del Triunfo.