La medida, ideada para acabar con los altos niveles de tráfico, incluye trenes, autobuses y el tranvía que circula en la capital. En 2016, más de 100 millones de pasajeros utilizaron el transporte público en este pequeño y próspero país de 600.000 habitantes.
Por lo general, el 17% de los viajes se realizan en transporte público, una proporción similar a la media europea, según Eurostat. Aún así, la ciudad de Luxemburgo sufre de una de las peores congestiones de tráfico del mundo. Es por eso que el país ha destacado por tener un enfoque progresista respecto a la movilidad.
Actualmente ya se benefician de la gratuidad del servicio los menores de 20 años, según informa el medio The Guardian. Y los pasajeros pagan 2 euros por un billete sencillo que cubre dos horas de viaje. Esto, en un país de solo 2.590 km2 supone que cubre casi todos los destinos.