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El gasto público nacional creció un 11% en 2018 con respecto al presupuesto aprobado en el Congreso.
Sin embargo, esa sobre ejecución no repercutió en más obra pública (donde se subejecutó el 10% de lo presupuestado), sino que priorizó el pago de la multimillonaria deuda contraída en el transcurso de unos meses del año pasado.
Así lo detalla el Informe de coyuntura que dio a conocer el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (Ceso.com.ar). “La ejecución del gasto público nacional para diciembre 2018 muestra una sobre-ejecución del gasto.
En términos nominales, el Estado Nacional gastó 583.099 millones de pesos más que lo presupuestado en 2018, en términos porcentuales esto representó un 11% respecto al crédito presupuestario inicial”, señala el análisis.
También detalla: “La partida más sobre-ejecutada fue la de intereses de la deuda por 126.312 millones de pesos, equivalente a 31% del crédito inicial.
Luego, están las de transferencias corrientes al sector privado (subsidios energía, transporte y planes sociales) por 149.350 millones de pesos, el equivalente al 22% del crédito inicial. Este aumento nominal en la partida presupuestaria se debió el efecto la devaluación sobre los gastos en dólares.
Por el lado de la subejecución, se destaca las transferencias de capital (inversión de obra pública en las provincias) por 14.800 millones de pesos, el equivalente al 13% del total presupuestado, seguido por la inversión real directa con una subejecución de 6.370 millones de pesos, el equivalente al 10% del total presupuestado”.
“El apretón fiscal del gobierno nacional –concluye el informe– fue contractivo, priorizando el pago de la deuda por sobre el gasto de obra pública. Una dirección de la política fiscal que reforzó el sesgo contractivo que la devaluación había imprimido sobre la actividad económica privada”.
