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A Central le fue muy mal en los amistosos previos. La columna vertebral de el equipo que consiguió la ansiada Copa Argentina se resintió visiblemente por las indisimulables ausencias por lesión de Zampedri y Gil, protagonistas de casi la totalidad de los goles del auriazul, uno ejecutando asistencias de pelota parada, y el otro embocando todo lo que le pasaba cerca.
Ambos estarían para volver al primer equipo esta semana frente a Huracán en Parque Patricios, salvo que el Diablo meta la cola y se lleve al goleador, lo que obligaría a la Comisión Directiva canalla a buscar un reemplazante de manera urgente, antes del cierre del libro de pases, con el obstáculo de tener cerrada ya la posibilidad de traer más extranjeros por cuestiones de cupo.
En pocas horas Central deberá resolver si decide afrontar lo que viene sin su 9 titular y goleador o reforzar las arcas del club. Cualquier jugador que llegara esta semana deberá adaptarse a un plantel que ya se había acostumbrado a tirarle pelotazos al de Chajarí, que las bajaba todas, las aguantaba y esperaba colaboración para encabezar ataques.
El presidente auriazul, Rodolfo Di Pollina dijo en declaraciones radiales que el equipo "necesitaba al menos una venta por año para equilibrar finanzas" y las salidas de Martínez, Ruben y Carrizo no aportaron los fondos suficientes para cumplir ese objetivo.
