La caída de convocatoria volvió a notarse hoy entre los chalecos amarillos, el ministerio del Interior informó que unas 4.000 personas manifestaron en París y poco más de 50 mil en toda Francia, mientras que 21 personas fueron detenidas, según reportó el diario Le Figaro.
Desde que el Gobierno retrasara la subida de los impuestos sobre el carburante -el origen de la contestación de los chalecos amarillos- y el presidente francés, Emmanuel Macron, anunciara medidas en favor del poder adquisitivo, el número de participantes ha caído significativamente (287.710 personas el primer sábado en noviembre frente a los 58.600 la semana pasada).
Los chalecos amarillos tienen múltiples reivindicaciones, que van desde una mejora del poder adquisitivo a una mayor justicia social y fiscal, pasando por una democracia más horizontal o la exigencia de referendos ciudadanos.