La devaluación del 50% del peso a lo largo del año pasado aumentó fuertemente la competitividad argentina, porque el país es más barato para los no viajantes.
Así se desprende de la Encuesta de Turismo Internacional (ETI), la cual también informa que es la primera vez en 46 meses que el saldo de turistas es positivo —es decir, que hay más personas que entran que las que salen—, y que se debe principalmente a la llegada de brasileños.