Las consultoras ya ven un piso de 30% a diciembre próximo. Las estimaciones privadas estimaban que los precios minoristas iban a ponerse abajo del 30%, pero los anuncios de alzas en las tarifas de transporte, gas, electricidad y agua las obligaron a recalcular proyecciones. Y el IPC de enero informado por el Indec (2,9%), terminó de convencerlas.
“Con el dólar actual y sin un salto cambiario, nuestras proyecciones son de un 9,7% en el trimestre a marzo y de 18% en el semestre hasta junio, con una inflación de diciembre a diciembre de 34%”, dijo el economista Martín Vauthier, de Eco Go. “Nuestra proyección incorpora un tipo de cambio que se mueve al 25%, tarifas al 50% y paritarias al 35%”, agregó.
Eco Go prevé para febrero un piso de 3,5%. Vauthier ve un impacto muy marcado en alimentos y bebidas (en enero el aumento en este rubro fue de 3,4%). Proyecciones parecidas a esta son las de Management & Fit (M&F).
“Para el primer trimestre tenemos una estimación de 9,7% acumulado (al 2,9% de enero, se sumarían un 3,5% de febrero y 3% de marzo)”, dijo su economista en Jefe, Matías Carugati. M&F eleva a 18,1% el avance de los precios minoristas en la primera mitad del año (se agregan 2,6% en abril, 2,5% en mayo y 2,4% en junio).
“Básicamente, tenemos concentrados los aumentos de regulados en el primer cuatrimestre, con efectos que luego se terminarán de ‘reciclar’ para mitad de año”, completó Carugati. Para todo el 2019, prevé una inflación de 33%, también asumiendo que no haya sobresaltos cambiarios. Por su parte, Camilo Tiscornia, economista y director de C&T Asesores Económicos, calcula que los precios minoristas subirán 9% en el primer trimestre, 16% entre enero y junio, y 30% en el año.
¿Cuáles serán los factores que los impulsarán? “Los servicios públicos, sobre todo”, respondió. En el Gobierno también advirtieron debidamente el cambio de tendencia. Ningún funcionario habla públicamente de un número de inflación; aunque a puertas cerradas reconocen que otra vez los precios desbordarán las previsiones estimadas.
Y se entusiasman con que los ayuden a acercarse a la meta que consideran más relevante: la del déficit cero. Y el Banco Central, organismo que ya tuvo tres presidentes desde 2016, detuvo la baja de tasa que había iniciado en enero y volvió a ubicarla en la zona del 50%. Prioridad uno: la estabilidad cambiaria, con un dólar que ya ingresó en la Zona de No Intervención (ZNI) y con todas las fichas puestas en las divisas de la cosecha gruesa.
De todos modos, ¿habría otro factor además del tipo de cambio, que haga subir más la inflación? Según Vauthier, ese rubro va a ser la evolución anual de los precios serán los márgenes de las empresas.
“Cuando se observa el índice de precios mayoristas y el IPC, se ve un ‘gap’ importante, en parte porque son canastas distintas, pero también porque en un contexto de una política monetaria contractiva, caída del salario real y del crédito, la demanda no tracciona”, aseguró.