En medio de una debacle futbolística que lo amenaza nuevamente con un descenso inminente a la próxima categoría, se apostó por el Loncho, un técnico inexperto, que ojalá esté capacitado para manejar semejante tormenta. El avión fue declarado en emergencia y la CD auriazul decidió poner al mando a un piloto que apenas leyó los manuales de vuelo, tiene largas horas arriba de los aviones, pero como pasajero, nunca conduciendo la nave.
Para colmo de males, las lesiones y los bajos rendimientos persiguen al plantel desde que arrancó el 2019. La lesión de Caruzzo, que se perderá varios partidos e incluso el inicio de la Libertadores sin dudas complica, pero si a eso se le suma que Ferrari tampoco podrá contar con el chileno Parot, ni Ortiz, lesionados, y que Cabezas tampoco será de la partida, hablan de una defensa improvisada, que difícilmente pueda darle seguridad a Ledesma.
Los rendimientos de Camacho, Aguirre Gil y Zampedri distan de ser los ideales, sumados a la lenta adaptación de Barrera y Rinaudo, forman un cóctel explosivo que podría colapsar al primer traspié. Central necesita ganar, de cualquier forma, a cualquier precio, no importa la forma, los tres puntos son impostergables en Arroyito, es de esperar que los jugadores así lo entiendan, de lo contrario, algo podría no salir bien.