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Caló se refirió además a la marcha del 4 de abril convocada por la CGT y el sindicalismo opositor y dijo que es “a favor del trabajo”. En ese sentido recordó que “desde 2014 la UOM perdió 50 mil puestos de trabajo y ahora hay 20 mil suspensiones” en los establecimientos metalúrgicos. El dirigente contó, además, que hubo acuerdos con empresas del sector para reducir la jornada laboral a 6 horas a cambio de evitar cesantías.
El dirigente también habló del encuentro que un sector sindical mantuvo con Roberto Lavagna aunque reconoció que, a pesar del interés de la dirigencia gremial, el economista por ahora se mostró reticente a participar de una interna del PJ: “el compañero quiere ser presidente. Esto necesita de la unidad de todos y yo mantengo esa idea pero no puedo obligar a Lavagna si no quiere venir”.
En tanto, contó que a partir de la crisis comenzaron “gravísimos problemas para la obra social” de la UOM y advirtió que de seguir el incumplimiento de las empresas a esa entidad “en cinco meses se funde”. Caló sostuvo que tomó la decisión de “llevar a la Justicia” a los empleadores que no realizan los aportes.

